En la era de DevOps, los CISOs se enfrentan al desafío crucial de mantener la seguridad en un entorno de desarrollo vertiginoso, lo que representa un cambio sísmico en ciberseguridad. El rápido ritmo de DevOps puede introducir vulnerabilidades si la seguridad no se incorpora desde el principio. Por lo tanto, promover prácticas de seguridad sin afectar la velocidad de desarrollo es un desafío importante para los CISOs.
La migración a la nube sitúa al CTO al frente de las cuestiones comerciales de TI, mientras que el CISO se centra en la seguridad. La relación dinámica entre el CISO y el CTO requiere una adaptación en la comunicación para colaborar eficazmente en medio de la rápida transformación digital.
Los CISOs enfrentan ahora la presión de presentar planes de seguridad detallados y divulgar incidentes en un plazo de cuatro días, debido a las repercusiones legales de los fallos de seguridad. Esto pone en evidencia el delicado equilibrio entre la velocidad y la agilidad de DevOps y la necesidad de prácticas de seguridad rigurosas.
Para superar este desafío, los CISOs necesitan tender puentes con los equipos de DevOps. Actividades como ejercicios de Red Teaming, escaneos regulares de vulnerabilidades, y reuniones con la alta dirección para definir roles claros, pueden fortalecer la postura de seguridad.
Capacitar a los CISOs para comunicarse efectivamente con los CTOs y alinear las recomendaciones de seguridad con los objetivos de desarrollo es esencial. Esto puede demostrar cómo las prácticas de seguridad sólidas pueden mejorar la innovación, aumentar la confianza del cliente y fomentar el crecimiento empresarial.
A pesar del valor significativo que aporta la respuesta y detección gestionadas (MDR), no reemplaza la importancia de un equipo interno de seguridad sólido. En última instancia, la colaboración entre el CISO, el CTO y los equipos de desarrollo es fundamental para garantizar un entorno de DevOps verdaderamente seguro.
Vía The Hacker News