La estrella pop Taylor Swift se encuentra en el centro de un escándalo de deepfakes no consensuados que se ha viralizado en Internet, generando más de 45 millones de vistas, 24,000 republicaciones y cientos de miles de likes antes de ser eliminado. Los Swifties, la base de fans extremadamente activa de la artista, están liderando una campaña para enterrar los términos de búsqueda relevantes y evitar que se encuentre fácilmente el contenido generado por IA.
A pesar de que las campañas impulsadas por los fans pueden ser efectivas, algunos críticos señalan que la línea puede cruzarse cuando los fanáticos alientan a la doxxeación y al acoso, lo que puede desencadenar en la persecución errónea de personas inocentes. La proliferación de this herramientas de generación de IA accesibles ha llevado al FBI y las autoridades internacionales a emitir una advertencia sobre la amenaza de la extorsión sexual.
La pornografía deepfake es un problema avanzado que afecta en su mayoría a mujeres y niñas menores de edad, y algunos fans de Taylor Swift están tomando medidas para combatir ese problema. A través de su campaña, los Swifties están tratando de establecer un precedente de que este comportamiento es intolerable y que se necesitan medidas más enérgicas para regularlo.
El Congreso está avanzando en la legislación contra los deepfakes no consensuados, y la Ley de Responsabilidad de los Deepfakes que se propuso por primera vez en 2019, ha sido reintroducida por la representante Yvette Clarke (D-NY). Aunque abordar el problema en rincones oscuros de la web puede ser difícil, algunos dicen que la ley podría al menos establecer algún precedente legal para proteger a las víctimas de estos abusos.
Los fans de Taylor Swift están liderando esta lucha contra la proliferación de deepfakes no consensuados utilizando los términos «taylor swift ai» y «taylor swift deepfake» para enterrar el contenido relevante y garantizar que no esté expuesto a la vista del público. A través de esta lucha, los fans quieren no solo proteger a la artista sino también a otras mujeres y niñas que podrían ser vulnerables a este tipo de explotación.
Vía TechCrunch
