El banco Silvergate, anteriormente significativo en el ámbito financiero de las criptomonedas, ha sido demandado por la Comisión de Valores y Bolsa por engañar a los inversionistas acerca de sus medidas contra el lavado de dinero y por ocultar de forma fraudulenta el impacto potencial del colapso de FTX en el banco. La demanda también menciona al CEO, director de riesgos y director financiero de la entidad.
El banco acordó pagar $50 millones para resolver estas acusaciones, sin admitir ni negar su responsabilidad, según la SEC. Además, el CEO Alan Lane y la directora de riesgos Kathleen Fraher aceptaron pagar $1 millón y $250,000 respectivamente.
La demanda señala que aunque Silvergate afirmaba tener un programa efectivo contra el lavado de dinero adaptado a las criptomonedas, en realidad no supervisaba adecuadamente alrededor de $1 billón en transacciones. Asimismo, no detectó transferencias sospechosas por casi $9 mil millones provenientes de entidades FTX.
FTX era uno de los principales clientes de Silvergate, y tras la declaración de quiebra del intercambio de criptomonedas, se desató una carrera bancaria que condujo a la caída del banco. El CEO Lane, al estar al tanto de las conversaciones en redes sociales sobre Silvergate, solicitó una revisión de la relación con FTX, la cual reveló más de 300 transacciones sospechosas en 2022, sumando casi $9 mil millones según la SEC.
Asimismo, la SEC afirma que el director financiero de Silvergate, Antonio Martino, estuvo involucrado en un plan fraudulento para engañar a los inversionistas sobre la precaria situación financiera del banco. Martino sabía que el banco debía devolver miles de millones en enero y febrero de 2023, y aprobó un comunicado de ganancias que subestimaba las pérdidas de Silvergate por la venta de valores, según la demanda.
El núcleo de las acusaciones de la SEC se centra en la red SEN de Silvergate, la cual permitía a los clientes de criptomonedas realizar transacciones las 24 horas. A pesar de la afirmación de Silvergate de que SEN era seguro, la SEC señala que la red no fue monitoreada automáticamente por transacciones sospechosas durante al menos 15 meses antes de noviembre de 2022.
Además, los reguladores del gobierno dejaron en claro en varias ocasiones en 2022 que el programa de cumplimiento de Silvergate con la Ley de Secreto Bancario era insuficiente. El comunicado de ganancias del primer trimestre de 2023 no fue el único presuntamente fraudulento, ya que en noviembre de 2022 la empresa también sugirió a los inversionistas que tenía un programa de cumplimiento «de vanguardia», a pesar de la falta de monitoreo automático según la SEC.
Vía The Verge